5 razones para participar en una competencia de natación
¡Sí! Independientemente de si eres un nadador amateur o profesional, participar en una competencia de natación es una excelente manera de poner a prueba tus entrenamientos y de explorar los límites a los que tu cuerpo y mente te permiten llegar.
No necesitas ser un nadador profesional para poder participar en una competencia. Según el país en el que te encuentres, hallarás una variedad de competiciones de natación para amateurs, en piscina o en aguas abiertas, en las que podrás plantearte un objetivo y participar. Una vez que empezamos a nadar estructuradamente y con un plan de entrenamiento, la participación en competencias suele ser inevitable, ya que son una forma de, por un lado, reforzar nuestros entrenamientos en un entorno distinto al habitual, y, por otro, testear el progreso de nuestras prácticas.
En mi opinión, estas son las 5 razones más importantes por las que quienes entrenamos natación deberíamos participar con frecuencia en competencias:
- Aprendes a plantearte objetivos realistas. Llevar tu deporte a un nivel competitivo promueve que te propongas metas y que te prepares para conseguirlas. No importa si tu meta es lograr un lugar en el podio, reducir tus tiempos o dominar un estilo: las competencias te enseñan a plantearte objetivos y a trabajar por ellos.
- Desarrollas otras habilidades transferibles fuera del agua. Además de que estás perfeccionando tu habilidad en el nado y manteniéndote saludable, entrenar competitivamente te ayuda a mejorar habilidades aplicables y transferibles a otros ámbitos de tu vida, tales como: el manejo del tiempo, la dedicación, la organización, el trabajo en equipo o la resiliencia.
- Aumentas tus conexiones sociales. A través de la natación intercambiarás y conectarás con personas que comparten tu gusto por la natación. Con algunas construirás relaciones que perdurarán en el tiempo, y estas llegarán a ser parte de tu red de soporte.
- Mejoras el manejo de tus emociones. Nada como una competencia para poner a prueba nuestra capacidad de manejar las emociones: antes, durante y después. Miedo, ansiedad, esperanza o alegría son algunas de las emociones con las que lidiaremos diariamente en nuestro proceso de entrenamiento. Al competir, probablemente esta emociones se manifestarán en su forma más extrema, y tendremos que aprender a manejarlas para no afectar negativamente nuestro rendimiento.
- Amplias tus horizontes y perspectivas en la natación. Quizá estás entrenando únicamente con el objetivo de mantenerte en forma, pero cuando decides entrar al mundo competitivo de la natación, puedes sorprenderte de las posibilidades que existen en el deporte; incluso para personas amateurs como nosotros, grandes logros en la natación son posibles, y pueden resultar en una importante fuente de satisfacción en nuestras vidas.
Recuerda: es un mito que la competición esté dirigida exclusivamente a los nadadores profesionales. Busca una competencia adecuada para tus capacidades y posibilidades, plantéate un objetivo, entrena con disciplina, compite con entrega, aprende con humildad, y ¡repite!